«¡Pero,
en realidad, bajo las condiciones sociales actuales, el “hombre en busca de
sentido” sólo se frustra! Ello obedece a que la sociedad o estado del bienestar
está en disposición de satisfacer prácticamente todas las necesidades, o lo que
es lo mismo, todas las necesidades están creadas por la sociedad de consumo.
Sólo una necesidad se sustrae a ella, y es la necesidad de sentido del ser
humano, o la “voluntad de sentido”. Es decir, la necesidad latente en lo más
profundo de la persona de encontrar un sentido en la vida (o mejor dicho, en
cada situación de la vida), de ir hacia él y de satisfacerlo».
(Viktor E. Frankl, 53, cfr. E.Lukas, Logoterapia, p.208).
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