PRESENTACIÓN

La red está llena de información, tanta que es muy fácil perderse en ella. Seguramente lo que pueda escribir ya está dicho en algún otro sitio. Sin embargo, me he decidido a hacerlo porque disfruto con ello y porque, quién sabe, quizás alguien pueda encontrar aquí algo que no habría leído en otro lugar. El propósito de este blog es compartir reflexiones personales e "intercambiar conocimientos" relacionados con la psyché, el alma o el "ser persona". Os invito a enriquecer mis entradas con comentarios, preguntas o sugerencias.



domingo, 28 de abril de 2013

TALLER DE MINDFULNESS EN LA CASA DEL LIBRO


Mindfulness suele traducirse como atención plena o conciencia plena. Este término hace referencia, como "filosofía de vida", a una manera de estar en el mundo abierta a la experiencia de cada momento, sin juzgar ni valorar, en contacto con uno mismo y con la vida.
La dificultad que tenemos muchas personas de esta época y cultura para vivir "en el presente", conscientes de nosotros mismos y abiertos a la realidad, se halla a la base de muchos trastornos emocionales y es fuente de sufrimiento, estrés, desesperación y sinsentido.
En los últimos años, desde la psicología (científica) se ha profundizado e investigado en diversas "prácticas" que forman parte del estilo de vida de ciertas culturas desde hace milenios, entre otras las que se han englobado bajo el nombre mindfulness. Los resultados de estas investigaciones han provocado una ola de entusiasmo que, como suele suceder en estos terrenos, está exagerada (desde mi punto de vista) con estrategias publicitarias y por motivos en buena parte económicos. No hay panaceas y, sobre todo, ningún camino de crecimiento es fácil ni rápido. Sin embargo, las "ideas" que empiezan a calar en nuestra sociedad a partir de esta ola de euforia contienen -en mi experiencia- una profunda verdad que puede aportar mucha luz a nuestra vida.
El ser humano es felicidad, ya somos felicidad, aunque nos cueste creerlo. La humanidad siempre ha vislumbrado una luz interior oculta en nuestras entrañas; se le ha llamado el Maestro interior, la sabiduría, el espíritu… el ser humano no es un pozo vacío. Lo verdaderamente importante es hacernos conscientes, cada vez más, del tesoro que llevamos dentro y permitirle aflorar a la superficie de la consciencia… 
El PELIGRO de esto es que nos quedemos en las ideas, en las palabras bonitas o que nos aferremos a libros, técnicas, maestros... El único camino hacia la felicidad -tal y como yo la entiendo, es decir, hacia la Vida verdadera, hacia el Ser- es un camino interior, que atraviesa el dolor, la oscuridad y la soledad. El mindfulness, como herramienta y como "filosofía", puede ser una gran ayuda, pero no olvidemos que en sí mismo no es ni el camino ni la meta.

miércoles, 3 de abril de 2013

La conquista de la paz interior

Etty Hillesum, muchacha holandesa de origen judío, murió en el campo de concentración de Auschwitz en 1943 (a los 29 años), habiendo elegido voluntariamente la deportación. Pocos meses antes solicitó trabajar en el campo de Westerbork como miembro del Consejo Judío, ayudando a las personas ya deportadas. A través de su diario, nos lega grandes “lecciones” sobre la vida y la verdad más honda del ser humano:

«Si uno pudiera enseñarle a la gente que puede conquistar la paz interior, seguir viviendo de forma productiva, llena de confianza interior, y superar todos los temores y rumores. Enseñarle a arrodillarse en los rincones más recónditos y tranquilos de su interior y a mantenerse arrodillado hasta que tenga otra vez un cielo despejado sobre sí mismo, y que no haya nada más que eso… Y luego caminar otra vez tranquilamente por los paisajes amplios y libres de tu propio corazón.
(…) Es como si viera cada vez más claro en qué abismo están desapareciendo las fuerzas creadoras y las ganas de vivir de la gente. Son agujeros que se tragan todo, agujeros que están en la propia alma. Cada día tiene bastante con su propia maldad. Cuando más sufre el ser humano es con el sufrimiento que teme. (…)La realidad es algo de lo que tiene que encargarse uno mismo. Hay que encargarse de todo el sufrimiento y de todas las dificultades que lo acompañan y soportarlo. Durante ese proceso crece la fuerza para poder soportar más todavía. Pero la idea del sufrimiento (que no es un verdadero sufrimiento, ya que el sufrimiento en sí es fructífero y puede convertir la vida en algo valioso), ésa hay que abandonarla. Si se abandonan esas ideas, en las que la vida está presa como entre rejas, entonces se libera la verdadera vida y las fuerzas interiores, y entonces se tienen fuerzas para soportar el verdadero sufrimiento de la propia vida y el de la humanidad». (Diario de Etty Hillesum. Una vida conmocionada, pp.186-188).

La tarea del psicoterapeuta podría describirse como un proceso de acompañamiento en el camino que la persona emprende hacia su interior, en busca de su verdad profunda, el camino hacia el “ser”. Un camino lleno de obstáculos, difíciles de superar en soledad. En él se aprende, entre otras cosas, que el dolor no sólo es inevitable sino “bueno”, pues nos fortalece y nos guía hacia la verdad; y que el sufrimiento a menudo viene como consecuencia de nuestros intentos de evitar el dolor, anticipando y empleando mil estrategias que lo único que logran es alejarnos más y más de nosotros mismos (llamo dolor a lo que Etty llama “verdadero sufrimiento”, y sufrimiento, a lo que denomina “idea del sufrimiento”).