PRESENTACIÓN

La red está llena de información, tanta que es muy fácil perderse en ella. Seguramente lo que pueda escribir ya está dicho en algún otro sitio. Sin embargo, me he decidido a hacerlo porque disfruto con ello y porque, quién sabe, quizás alguien pueda encontrar aquí algo que no habría leído en otro lugar. El propósito de este blog es compartir reflexiones personales e "intercambiar conocimientos" relacionados con la psyché, el alma o el "ser persona". Os invito a enriquecer mis entradas con comentarios, preguntas o sugerencias.



miércoles, 20 de marzo de 2013

¿QUÉ ES EL AMOR?

Scott Peck, en su libro “La nueva psicología del amor”, presenta una interesante definición de este amplio y a menudo confuso (o confundido) concepto. Es una lectura altamente recomendable para todos los que nos encontramos en el no fácil camino de “aprender a amar”. Palabras no para alimentar nuestra mente con ideas, sino para “ensanchar el horizonte”, dejar resonar y abrirnos poco a poco a la experiencia. Comparto aquí algunos fragmentos de su definición inicial. En las secciones posteriores del capítulo -que serán objeto de otra entrada- Peck analiza en profundidad “lo que no es amor”, o los conceptos falsos pero ampliamente extendidos sobre el amor.

« El amor es algo demasiado grande y profundo para que se pueda comprender, medir o limitar dentro del marco de las palabras(…) No habría escrito esto si no creyera que el intento tiene algún valor, aunque no sé hasta qué punto lo tiene; por este motivo, empiezo el análisis advirtiendo que el intento resultará en algunos aspectos inadecuado.
Una consecuencia de la naturaleza misteriosa del amor es que, hasta ahora, que yo sepa, nadie ha dado una definición verdaderamente satisfactoria de este concepto. (…)Yo defino el amor como la voluntad de extender los límites del propio yo, con el fin de impulsar el desarrollo espiritual propio o ajeno. (…)
Esta definición del amor incluye tanto el amor por uno mismo como el amor por otro, pues si todos formamos parte del género humano, al amar a los de nuestra propia especie, nos amamos a nosotros mismos. Es sumamente difícil dejar a un lado nuestro propio desarrollo espiritual a favor del de cualquier otra persona. No podemos ser una fuente de fuerza si no promovemos nuestra propia fuerza. El amor hacia uno mismo y el amor hacia los demás no sólo van asociados sino que, en última instancia, no se pueden distinguir.
Además, el acto de extender los propios límites implica esfuerzos. Uno extiende sus límites sólo superándolos y esa superación requiere esfuerzos. Cuando amamos a alguien, sólo se lo podemos demostrar a través de nuestros actos. (…)
El deseo de amar no es en sí mismo amor. El amor es un acto de voluntad, es intención y acción. La voluntad también implica elección: no tenemos que amar, sino que elegimos, decidimos amar».